Wednesday, September 10, 2014

Un misil en mi placard. Mi homenaje a Gustavo Cerati

Cuando escuché por primera vez a Soda Stereo, la rola era Nada personal,  por ahí del 86 o el 87, no lo recuerdo bien, no me gustó; no me gustó porque me parecía sumamente fresa, un grupito pop, con un acentito raro, que se manifestaba en contra de nada, que no transgredía o hacía que los papás y las mamás se escandalizaran por sus provocadores mensajes. Cabe mencionar que mis otros dos puntos de referencia sobre el rock argentino eran: Laureano Brizuela y Miguel Mateos, habrá quien pueda debatir mi posición sobre Miguel Mateos (y ZAZ), pero nadie podrá argumentar que Laureano Brizuela "El Ángel del Rock" era un verdadero fraude; dicho esto queda claro que tenía ciertas reservas con los sudacas. Además a mi me gustaba el punk y la cómoda rebeldía, y si tenía que gustarme un grupo de fresitas, ya tenía a los Hombres G, que por lo menos hablaban de sexo explícitamente y decían palabrotas. Soda Estereo me parecía inofensivo,  el Temblor, ¿qué sabían ellos de un temblor? nosotros habíamos vivido uno devastador.

Pero como todo en la vida, toma su cauce natural, crecí y Soda creció conmigo (no puedo creer que tengo lágrimas en los ojos al escribir esto, pero realmente me trae un sin número de recuerdos del difícil paso de la niñez hacia la adolescencia), como decía Soda crecía en mi y conmigo, Persiana Americana un himno de nuestra generación sonaba en todas las estaciones, en todas las discos (en las tardeadas en mi caso), la cantábamos, la bailábamos. La Ciudad de la furia despertó instintos vampíricos en mi y mientras iba descubriendo más del universo de la música Soda Estereo estaba ahí sonando en el ambiente.

Con Canción Animal llegaron los 90´s  y también hubo grandes cambios en mi vida, siendo un niño / hombre luchaba por pertenecer, sobrevivir y descubrirme. Cierta independencia me daba acceso a ciertos excesos, mi estilo de vida se aceleraba y el mundo parecía empezaba a quedarme chico.

Después hubo una pausa, me alejé de la música en español, me dejé llevar por los nuevos himnos de rebeldía que surgían en Inglaterra y Estados Unidos y no fue hasta Sueño Estereo , especialmente Ángel Eléctrico (por obvias razones) que volví a integrar a ese grupo que jugaba y amenazaba con acompañarme, sin importar que tan lejos quisiera irme.

Debo ser sincero, no quedé devastado después del rompimiento de Soda, para mi el grupo había sido siempre el telonero de un show mucho más importante, el mío.

Unos años más tarde Cerati arremetió con Amor Amarillo, pero nuevamente sentía que no era para mi y no le di demasiada importancia. Nuevamente hubo una pausa esta vez de distancia, pero Gustavo tenía preparada una bomba para mi regreso, Bocanada (volveré a eso en un momento).

Durante mi auto exilio llegó a mis manos el unplugged eléctrico de Soda Estereo, una joya que me acompañó en muchos momentos de gran soledad, fue un refugio para mi melancolía, y una soga que me mantenía atado al suelo.

Siempre es hoy es para mi, la obra maestra de Cerati y mi punto de rendición, acabé por admitir que el tipo era un genio y que su música significaba mucho más de lo que yo quería aceptar, pero no en un nivel lírico o sonoro, sino en uno más personal, la canciones de Soda y ahora las de Cerati me eran totalmente familiares, conocidas, me bienvenían y me apapachaban y ahí lo vi, un misil en mi placard, un misil que estuvo ahí todo el tiempo, conmigo, pero que yo no había dado el tiempo para armar.

El resto es historia, Ahí vamos, Fuerza Natural fueron bienvenidos a mi vida de manera reciproca a cómo Soda me incluyó en su música (aunque yo no quisiera).

La última vez que vi a Cerati fue en Palacio de los Deportes después (por supuesto) de haber tomado una importante decisión de vida. Esa noche cerró un magnífico concierto con Puente, (ya volvimos a Bocanada) y en ese momento supe lo que quería hacer de mi vida, supe lo que tenía que hacer con mi vida, busqué a Mariana, me valí de todos los medios posibles para enamorar a Mariana y la invité a que juntos construyéramos un puente, la convencí, y juntos construimos un adorable puente, un puente que ha visto el sol y la noche, un puente que ya tiene dos arquitos, un puente que a base de esfuerzo, ya se ha hecho indestructible.

"Cruza el amor, yo cruzaré los dedos
y gracias por venir"


Gustavo Adrián Cerati 
1959-2014

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