En el baño de Venus

Me descubrí otra vez pensando en ti, y en lo poco que nos hemos dicho.
Rastreando nuestros pasos hasta donde empezamos esto, que no es nada, esto, que ocupa el tiempo en que no estoy contigo.

Quisiera no permitirme especular sobre lo que pueda o no pasar
si te invito a descubrir el inframundo en la luna de plutón, las siete riveras de Mictlán, los secretos de la isla de Ravana.

Porque cuando estoy contigo,  siento que puedo caminar descalzo por la ciudadela, como un adepto, descubriendo los secretos de los sufis, como un mortal en el baño de Venus.

Me permití esta vez pensar en ti,  como quien se cuenta a si mismo un secreto,  como quien pesca un nombre en el mar de las historias, como quien decide que dormir,  es para poder soñar contigo.

En teoría

En teoría somos libres,  en la práctica somos esclavos de nuestros caprichos.
En teoría somos iguales, en la práctica luchamos a diario por diferenciarnos.
En teoría somos divinos, en la práctica nos rebajamos a acciones más terrenales.
En teoría somos justos, en la práctica juzgamos de acuerdo a nuestros intereses.
En teoría tu yo no podríamos estar juntos, en la práctica lo intentamos tanto, que nos sale a la perfección.

El certificado de pendejo

¿Han pensando en lo conveniente que sería un certificado de pendejo? Un salvoconducto para ir por la vida cagándola con justificación médica que te blinde de cualquier reclamo o mala cara, que te inmunidad pendejática y te permita vivir una vida plena y sin temor a  las consecuencias. 

Un documento legal que te permita ejercer tu pendejez en plenitud y sin miedo a represalias.  Lo que no daría uno por hacerse de un certificado de pendejo. 

#IdeaMillonaria