Thursday, May 11, 2006

El hombre moderno

Leí hace unos momentos un artículo sobre la discriminación social disfrazada que existe en el mundo occidental hacia las mujeres al imponer un concepto de belleza y juventud que se traduce no solo en imagen sino en aceptación, oportunidades de empleo y de educación. El artículo, titulado “Talla 6” escrito por una socióloga Marroquí Fatema Mernissi, detalla como al querer comprar una falda en una prestigiosa tienda neoyorquina se siente discriminada por no caber en una talla 6, que es la máxima talla disponible en la tienda y que prácticamente somete a una multitud compradora a tener que manipular su cuerpo ya sea con dietas o cirugías para poder adquirir ropa de diseñador.

Pero esa discriminación social, no está limitada a la mujer, los hombres también vivimos bajo un doble estándar que no nos hace la vida mucho más sencilla, los medios, la moda y la sociedad, nos subyugan a ser hombres cavernarios modernos, en otras palabras, a dedicar nuestra vida a proveer para conseguir pareja.

Para el hombre actual, su éxito en el futuro radica en la cantidad de bienes que pueda reunir para después ofrecerlos como seguro a la fémina de su elección, la mujer por su parte, debe mantenerse joven, bella y tonta, para no intimidar a los hombres que se le acercan pretendiéndola y elegir a quién le pueda asegurar la vida de lujos y comodidades que se merece.

No es fácil para un joven intelectual de intereses sencillos, pretender a una chica si no tiene auto del año, un trabajo respetable y buen sueldo, no importa si el joven ha leído más de 10 libros ese año y es respetuoso de sus necesidades como mujer, de su individualidad como persona y sus derechos como miembro de la sociedad, no importa si es bien educado, y culto, en realidad lo importante es que tenga dinero, lo importante es que sepa tratar (mal) a una mujer, que la ponga en su lugar y no le permita pensar por sí misma, lo importante es que como él es quién pone el dinero, también sea él, quien tome la decisiones.

Siento que hay una retroceso de millones de años en nuestras actitudes sociales y deberíamos reflexionar al respecto, el tipo de discriminaciones que menciono son causa una de la otra, no hay culpables, solo implicados, pero definitivamente hay salida, y hay soluciones, los invito a evolucionar juntos como especie y olvidarnos de esos terribles conceptos que bonos permiten ser mejores.

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