09 09 09

Para un no fan de los Beatles, la llamada Beatlemanía tiene que ver mucho, desde mi punto de vista con las capacidad de mercadeo de su manager Brian Epstein, el tan nombrado quinto Beatle; por supuesto que lo innovador de su música, junto a esas letras poderosas y pegajosas tienen el mérito de ser un gran producto, un ejemplar que trascendió fronteras políticas, ideológicas y hasta míticas. Los Beatles fueron lo suficientemente afortunados para existir en una época en la que se innovo en los medios de comunicación masiva, en la que la juventud estallaba en rebeldía contra los estatutos clásicos y aburridos. La venta más exitosa de un producto de la que se tenga memoria.

La penetración de los Beatles es casi total, si no es que es absoluta, yo mismo no conozco el nombre de todos los integrantes de las bandas que me gustan, pero los nombres de John, Paul, Ringo y George están escritos en piedra dentro de mi memoria musical.

La Beatlemanía, es una forma de vida, una costumbre que se transmite de generación en generación, el legado entre padres e hijos; pero aún cuando no sea así, todas las referencias rockeras actuales están basadas en los Beatles, ya sean meramente musicales o ideológicas; Los Beatles serán siempre el punto de referencia y el estándar contra el cual se medirán el éxito, la calidad o la fama de cualquier banda que irrumpa en el mundo de la música. El sueño de quien se cuelga una guitarra, un bajo, que toma un micrófono o golpea las baquetas unas contra otras, es verse en el Washington Coliseum copado de chicas y chicos histéricos vociferando sus canciones al unísono, es el sueño guajiro del rock.

¿Porqué siguen los Beatles teniendo esa fuerza, esa mística?, ¿porqué siguen siendo esa referencia? En mi opinión, porque nadie más va a tener esa oportunidad, y no es que no me gusten los Beatles, reconozco el valor de su aportación al mundo de la música, pero para mi es innegable que en esta era de la súper o (híper) comunicación ninguna banda tendrá la oportunidad de convertirse en un fenómeno de esa magnitud, o simplemente el momento histórico no es el adecuado.

Celebro el 09 09 09 por su gran valor, por lo que representa para prácticamente todo el mundo y porque me gustan las celebraciones de algo que sea más grande que una guerra, que la muerte, incluso más grande que la vida misma.