Teary eyes and bloody lips

Ah, pero como te parecías a Stevie Nicks, ojos llorosos y labios rojos sangre; eran tiempos distintos, no necesariamente mejores. Nos reíamos tanto que a veces estrellábamos nuestras bicicletas contra las banquetas; nos reíamos de cualquier cosa y de los demás, sin saber que ser cruel era algo tan cool.

La luna era solo una roca en el cielo, y mientras el mundo a nuestro alrededor se hacia pedazos, solo tu y yo existíamos. Nos reíamos sin pensar en el mal que hacíamos, y cuando reíamos, todos los demás reían con nosotros, aunque no supieran cuál era el chiste.

Las cosas, sin embargo, han cambiado para ambos y después de resistir sitiados en nuestros propios recuerdos, no tenemos otra opción mas que entregar la ciudad a las tropas enemigas.

Aun podemos jugar, podemos pretender que estamos viendo una película, y así, envolvernos, entregarnos a la ceguera que produce la oscuridad de la noche.

Tal vez creímos que nuestro olor podría ser reconocido por quienes nos adoraban incluso mucho tiempo después de nuestra huida, tal vez creímos que nuestro reino seria eterno. Lamento el curso que tomaron las cosas, lamento cómo terminaron las cosas, pero eras tan bella entonces, y eres tan bella ahora.

Es una bifurcación en el curso del río, la grieta en medio del espejo, la apertura en la puerta del suicidio, es el simple y sencillo entendimiento de que cuando flotamos en el agua, no es la ausencia del uno en el otro, sino la ausencia de quien sea la que va a terminar por hundirnos.