Cuenta progresiva

La oscuridad es total, no se si es por que es de noche o porque tengo los ojos cerrados; puedo reconocer lo que sucede al otro lado de mis párpados, me encuentro en un estado de totalidad, no se si estoy de pié o estoy sentado, no siento presión alguna en el cuerpo, no experimento calor, o frío. La voz me sigue hablando, pongo atención, pero no entiendo lo que dice, trato de reconocerla, pero mientras más me concentro, se pierde en una especie de eco, casi metálico.
Esto, es algo fuera de lo normal, me siento extrañamente relajado, no tengo ansiedad ni angustia. No se si quiero despertar. Me parece escuchar, como la voz cuenta una y otra vez, me convenzo, voy a intentar despertar, aquí viene, voy a intentar despertar, uno, dos, tres – Por dios santo Fermín, ¡respira!.- Intentemos una vez más.- Lo siento, llevamos en esto cinco minutos, y aún no hay pulso.
Fotografía, cortesía de El gato de azotea
Viste La azotea del infierno
0 Comments:
Post a Comment
<< Home