Monday, October 06, 2008

Paseo


Ser invisible puede llegar a ser complicado, sobre todo para una persona tan desinhibida como yo, es muy difícil encontrar a una chava que sea de mente tan abierta, que se atreva a salir con un invisible. En los hombres es distinto, somos mas necesitados, y no falta un urgido que no le importe que su chava sea invisible, como mi papá por ejemplo, que se casó con mi mamá, que es invisible, por que nadie más se hubiera casado con él, lástima por mi mamá, yo creo que hubiera podido conseguir un mejor partido, pero como dicen, cuando uno es invisible no está para escoger, hay que agarrase a quien se deje.
A mi me gusta salir y divertirme, pero ha mucha discriminación con los invisibles, no me dejan entrar a los antros, por que nunca pueden saber en realidad cuantos años tengo. También hubo casos de tipos invisibles que se desnudaban, se metían a los baños de las chavas y les sacaban fotos haciendo pipí (y hasta popó), desde entonces no dejan entrar a los invisibles ni al cine, es una vida muy difícil.
Quizás lo único bueno de ser invisible, es que mi perro es invisible y por lo tanto su caca es invisible, me encanta sacar a pasear a “vidrio”, caminar hasta que se cague y esperar a que un pendejo visible pise sus cacas, es mi pequeña venganza. Se que tarde o temprano van a inventar una regla en contra de pasear a los perros invisibles por mi culpa, pero en lo que sucede, me seguiré divirtiendo.
Ilustración cortesía (involuntaria) de El gato de azotea.
Visite laazoteadelinfierno.blogspot.com

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